Guía para elaborar helados caseros: Métodos y sugerencias
Crear helados caseros que sean realmente sabrosos es una tarea sencilla. En este artículo voy a compartir cómo podemos preparar helados caseros.
¿Vale la pena preparar helados en casa?
La respuesta es Sí, pero ¿cuáles son las razones?
Al hacer helado en casa, tenemos el control total sobre cada uno de los componentes, lo que nos permite evitar estabilizantes, colorantes y sabores artificiales.
Estos aditivos son necesarios en los helados industriales ya que deben resistir largos periodos de almacenamiento. Además, este enfoque es especialmente útil para aquellas personas con intolerancias, alergias o problemas relacionados con el azúcar.
Así, podemos crear helados sin lactosa, sin huevo, asegurando que estén libres de gluten e incluso preparar versiones sin azúcar que sean aptas para diabéticos.
Comencemos explicando qué entendemos por helado:
El Helado es una mezcla compleja que consiste en agua, azúcar, proteínas, grasas y aromas. La receta clásica para la elaboración del helado incluye una crema inglesa o natillas ligeras, compuestas de:
Yemas
leche
nata,
azúcar y aromas.
Una emulsión es la dispersión de una sustancia dentro de otra en forma de pequeñas gotas, donde ambas sustancias son inmiscibles, como lo son el agua y el aceite.
Comencemos explicando qué entendemos por helados caseros:
Lo que hace al helado una exquisites es la textura cremosa. Esta característica se logra, entre otros factores, asegurando que los cristales de agua formados al congelarse sean lo suficientemente pequeños como para no ser percibidos por el paladar.
La formación del tamaño de estos cristales se regula de varias maneras:
Aquí te damos algunas opciones para preparar tus helados en casa
- Incorporación de aire en la mezcla: Las máquinas profesionales para helados baten la mezcla con cuchillas a alta velocidad mientras congelan simultáneamente, generando burbujas de aire diminutas que ayudan a mantener el tamaño de los cristales de hielo controlado.
- Uso de azúcar y otros edulcorantes: El azúcar, al igual que la mayoría de ingredientes solubles, baja el punto de fusión del agua. Esto implica que una solución de agua con azúcar no se congela a 0 ºC, sino a temperaturas más bajas.
- Proteínas – en un helado que se basa en la receta clásica de natillas, que incluye un cuajado de yemas, leche y nata, las proteínas provienen de las yemas de huevo y de la leche.
- Grasas – de manera similar a las proteínas, las grasas también se derivan de lácteos y huevos. Estas moléculas también son grandes, y la grasa láctea contiene emulgentes naturales que facilitan la interacción entre las moléculas de agua y grasa.

Otros aspectos relevantes:
- Alcohol – la incorporación de alcohol disminuye el punto de congelación del helado. Sin embargo, es importante no excederse con la cantidad de alcohol, pues podría hacer que el helado se vuelva demasiado blando.
- El tiempo de congelación – un congelado más rápido resulta en un helado más cremoso, ya que esto evita que los cristales tengan tiempo suficiente para crecer durante la formación.
- Polisacáridos – como el almidón de la Maizena, por ejemplo. Cualquier molécula grande capaz de gelificar y formar una red que atrape las moléculas de agua, puede desempeñar un papel beneficioso en la preparación de helados.